Los niños también puden padecer bruxismo, que consiste en rechinar y apretar los dientes de manera inconsciente provocando desgaste dental -lo que produce sensibilidad frente a los cambios de temperatura-, dolor en la mandíbula, en los músculos de la masticación, cabeza, cuello y oído debido a la fuerte presión. Existen dos factores –físico y psicológico- que lo generan, como la mala posición de los dientes que causa maloclusiones (malas mordidas), por otro lado los altos niveles de estrés y ansiedad provoca que los niños encuentren una salida inconsciente al apretar o rechinar los dientes.

Identificar el problema. Mediante exámenes psicológicos descartar o determinar el factor principal por el que se está dando el problema dental para poder actuar con rapidez.

Visitar a su dentista. Diagnosticar el estado de la boca para tratar a tiempo los problemas dentales como el bruxismo, así también es recomendable que los niños asistan cada 4 o 6 meses dependiendo de su estado bucal.

Técnicas dentales. El tratamiento más eficaz son las férulas de descarga que se colocan para corregir la posición de la mandíbula, mantener los dientes separados y para protegerlos del desgaste que se produce, en especial durante la noche.

Seguir buenos hábitos de salud dental. Realizar una correcta técnica de cepillado, recomendado por su dentista tres veces al día, y visitar al dentista cada 6 meses para que el menor se familiarice y pueda establecer un vínculo.

Disminuir la actividad física del niño. Horas antes de dormir procurar no realizar intensas actividades, sino por lo contrario realizar actividades de relajación como tomar un baño caliente o leer un libro, evitando la televisión o videojuegos.

Evitar los malos hábitos. Controlar que los niños no se  muerdan las uñas, lapiceros u algún otro objeto que pueda aumentar su grado de ansiedad.

Cuidar su alimentación. Disminuir el consumo del azúcar sobre todo antes de dormir, además controlar el tipo de alimentos que pueden consumir y la manera en la que lo harán; los músculos de la boca se desarrollan de acuerdo a lo que se come.