Cuando hablamos de tener una buena salud debemos tener en cuenta a nuestra boca, la gran olvidada en numerosas ocasiones, ya que no tendremos un buen estado físico si olvidamos cuidar de la boca.  Su función no es meramente estética y no debemos prestarle atención solo cuando tenemos un problema en ella, si no que debemos hacer todo lo que podamos por prevenir, ya que, además de ahorrarnos dinero, ya que los tratamientos cuando hay un problema son más costosos, también ahorraremos disgustos y problemas de salud mayores, que requerrirán más tiempo de tratamiento y, lo que es peor, pueden derivar en patologías más graves.

La boca y los dientes cumplen una función fundamental en el proceso digestivo, pensemos también que juegan un papel fundamental en la comunicación. No podemos hablar igual no teniendo todas las piezas dentales y, ni que decir tiene que la ausencia de dientes influye en cómo procesamos los alimentos. Además, una boca con bacterias por falta de limpieza derivará en halitosis, que implicará en un deterioro de las relaciones sociales. Con todo esto, queremos hacer hincapié en lo importante que es tener una boca sana.

Una boca sana, con unos dientes en su sitio, además de ser atractiva, garantiza conservar las piezas durante toda la vida si se cuidan bien. De ahí que muchas personas estén optando por corregir su dentadura, algo que hasta hace bien poco solo se veía en adolescentes. Además, los aparatos correctores han evolucionado mucho para ser cada vez menos aparentes.

Y ¿cómo cuidar de la boca? No resulta especialmente difícil cuidar la dentadura y la boca. Basta un poco de orden y algunas rutinas. Un cepillado de al menos un par de veces al día, un uso diario del hilo dental y el enjuague bucal y revisiones periódicas con visita al dentista puede servir. Es conveniente también evitar bebidas con exceso de azúcar, como zumos, refrescos con gas o bebidas energéticas, dulces y golosinas y la comida basura, hábitos que están muy asumidos y que no sólo afectan a la boca, si no a la salud en general provocando problemas como: inflamación crónica, Síndrome de Respiración Bucal, artritis, migrañas… Y, por supuesto, recomendamos encarecidamente no fumar y no beber alcohol, por tu boca y por tu salud global.

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